CEREBRO INCONSCIENTE BIOLÓGICO
Por Ángel García
Nuestro inconsciente biológico es responsable de nuestras necesidades básicas para mantenernos vivos como respirar, beber, comer, reproducirnos, protegernos… y puede crear numerosos trastornos como el asma, el edema, la obesidad, la esterilidad, la psoriasis… incluso hasta el cáncer, como respuesta distorsionada a una información proveniente del exterior o el interior no satisfecha o expresada, es la llamada psicosomatización.
Aunque la medicina convencional acepta el término psicosomático y la idea de que las causas de muchas enfermedades son de origen emocional o mental, no suele estar bien visto entre los profesionales y pacientes cuando no hay una explicación desde el punto de vista físico o bioquímimico, además son vividas como algo que viene del exterior “me he cogido una gripe” “me ha venido un dolor de cabeza”… y siempre se generaliza, lo emocional o mental suele ser considerado como imaginario y no científico, al ser individual, ya que cada uno vamos a sentir un acontecimiento de una manera particular, siendo cuestionado y rechazado, sin embargo, aceptan lo de “no sabemos que ha pasado” pero… “te ha tocado”.
Esta mala suerte es aceptada aun sabiendo, hoy en día, que los genes no tienen iniciativa propia para desencadenar ningún trastorno, que es la información que les llega lo que los hace activos, los genes están a disposición del conflicto psíquico, como explica la epigenética, en donde la casualidad se convierte en causalidad.
Esta forma convencional de pensar o creencias establecidas sobre un síntoma, malestar o enfermedad pueden cambiar de percepción si lo viésemos de una manera diferente, como una respuesta biológica de supervivencia de nuestro cerebro inconsciente, y comprendamos para qué y por qué mi organismo está actuando de esta manera, ahora y en este preciso momento. ¿Qué es lo que está expresando el síntoma? ¿qué significado tiene? ¿qué sentido biológico tiene? y como los predicados o palabras nos vehiculizan la desestabilización hacia un tejido determinado: “no lo puedo tragar”, “esta situación me indigesta”, “esto me está ulcerando”, “esta guarrada no la puedo eliminar”, “este ambiente es tóxico”…
¿Y esto como se hace?
Imaginemos que el cuerpo nos habla y que cada síntoma de cada tejido nos da un sentido y respuesta biológica de adaptación a un tema conflictual particular.
En vez de verlo como algo perjudicial, intentemos analizar que esta diciendo ese síntoma, que utilidad biológica ha creado y ante qué lo ha hecho.
Al considerar este nuevo punto de vista ante la enfermedad quizás encontremos el origen o la causa del desorden del cerebro biológico inconsciente, tomemos conciencia de ello y hallemos la solución.
El Dr. Hamer hace más de 20 años puso en evidencia esto, vio que un impacto emocional, no expresado o satisfecho, ante un acontecimiento fuerte, vivido en soledad, inesperado y sin solución, puede repercutir en la salud, y tras una intensa investigación sobre muchos pacientes descubrió el mecanismo del paso de la respuesta del cerebro biológico a la célula.
Desde entonces muchos investigadores han seguido y comenzando a entender la forma en que funcionan nuestros cuerpos, ampliado y desarrollando este conocimiento, no solo han visto que un shock puede desestabilizarnos y desencadenar una respuesta biológica, si no que tenemos unas tendencias por programas emocionales transgeneracionales, otros generados dentro del vientre de nuestra madre, en la niñez, las experiencias a lo largo de nuestra vida y que a veces pequeños conflictos seguidos también pueden afectarnos.
Ahora sabemos que una de las formas en que nos habla la vida es a través de la enfermedad, y que la enfermedad la veamos como el esfuerzo que hace nuestro cuerpo para curarnos, si tomamos consciencia de ello, eliminamos nuestros resentires y cambiamos nuestras creencias, abrimos la puerta al proceso de autocuración.
Mente, energía y cuerpo son los pilares del Ser Humano, igual que los tóxicos reales perturban al organismo, los simbólicos también lo hacen. Una mala gestión de ellos nos va a desestabilizar, nos va a desequilibrar la energía y va a generarnos conversiones psíquicas, como trastornos del comportamiento, o físicas como enfermedades orgánicas.
Si averiguamos que conflicto, que emoción, que historia, que programas… se ha hecho presente y nos esta saboteando, podemos tomar el control y la consciencia de ese mensaje inconsciente empezando a ver y actuar en la vida de otra manera.
La Descodificación Psicobiológica es una nueva visión de ayuda terapéutica, es una herramienta más, que permite la comprensión de por qué estamos enfermos, buscando sobre nuestra historia conflictiva y acción desencadenante, sobre aquello que no hemos expresado o satisfecho y se ha impreso en el inconsciente, para así poder actuar sobre él, sacando al consciente la emoción y el resentir bloqueado, liberando esa Psico-somatización.